Escuchado al pasar:
¡Cuando me casé con el Señor Correcto,
no sabía que su primer nombre era SIEMPRE!
Se escuchó en un gimnasio:"Mi esposo no necesita un programa de entrenamiento físico.
¡Logra hacer bastante ejercicio saltando a conclusiones, perdiendo los estribos,
rebajando a mi madre, azotando a los chicos, clavando a sus amigos por la espalda,
esquivando responsabilidades y forzando su suerte!".
2 comentarios:
Ay qué desilusión. Con lo que me gustan los hombres malos! jajajaja
Besitos cariño.
Jajajajaja, buenisimo.
Besos
Publicar un comentario